Procesador (CPU)
El procesador es el cerebro de la computadora y afecta directamente su rendimiento. Debes considerar factores como la velocidad de reloj, la cantidad de núcleos y la arquitectura para elegir uno que se ajuste a tus necesidades, como tareas de juegos, edición de video o programación intensiva.
Memoria RAM
La memoria RAM es responsable de almacenar temporalmente los datos con los que trabaja la computadora en tiempo real. Más RAM permite ejecutar aplicaciones y procesos más exigentes. Asegúrate de tener suficiente RAM para manejar tus necesidades actuales y futuras.
Tarjeta gráfica (GPU)
Si planeas utilizar tu computadora para juegos o trabajos de diseño gráfico o renderizado, necesitarás una tarjeta gráfica potente. Una GPU dedicada acelerará los gráficos y aliviará la carga de trabajo del procesador principal.
Disco duro (HDD) y unidad de estado sólido (SSD)
El almacenamiento es esencial para guardar tus archivos y programas. Los SSD son más rápidos que los discos duros tradicionales, lo que acelera el tiempo de carga del sistema operativo y las aplicaciones. Puedes considerar una combinación de SSD para el sistema operativo y las aplicaciones, junto con un disco duro adicional para almacenamiento masivo de datos.
Placa madre
Placa madre (Motherboard): La placa madre conecta todas las partes de tu computadora. Asegúrate de elegir una que sea compatible con tu procesador y que tenga suficientes puertos USB, ranuras de expansión y características adicionales según tus necesidades.
Fuente de alimentación
La fuente de alimentación suministra energía a todos los componentes de la computadora. Asegúrate de elegir una fuente de alimentación confiable y con suficiente capacidad para soportar todos los componentes de tu sistema.